Aunque mide centímetros apenas, y se alimenta de las algas más pequeñas del Océano Antártico, el kril es la pieza clave en este ecosistema. Esto, porque está en la base de la trama trófica, y sirve como alimento a aves, peces y mamíferos marinos como focas o ballenas. Por eso, se estableció este 11 de agosto de 2022, como la fecha para conmemorarlo.

EQUIPO ILAN

El kril, de nombre científico Euphasia superba, es un pequeño ser, pero realmente extraordinario.

Mide como máximo seis centímetros, se agrupa en conjuntos de cientos de miles de individuos, conformando cardúmenes de proporciones.

Se alimenta de fitoplancton, incluso de las algas que crecen bajo la gruesa capa de hielo que cubre parte del Océano Antártico en invierno.

Su abundancia hace que sirva de alimento a pingüinos, ballenas, focas, peces y aves marinas. Tanto así, que hay especies que se alimentan en un 99% de kril.

Una ballena como el rorcual común, puede consumir entre 300 y 400 kilos de kril. En tanto que, un pingüino adulto al menos un kilo de kril por día.

El cambio climático y la explotación pesquera han afectado a esta especie. Y, como su destino está atado al de todas las demás, esta situación causó preocupación entre ONG’s y agrupaciones intergubernamentales, que decidieron conmemorar a esta especie el 11 de agosto.

Esto, como una forma de despertar el interés por su conservación, y para que se comprenda su importancia.

En ILAN, Explorando la vida antártica, hay mucho kril. Esto, en forma de cartas claro. En el juego podrás descubrir el rol que cumple esta especie, y es una de las que definitivamente conviene tener en el mazo.

ILAN, Explorando la vida antártica, es un proyecto de Fundación Antártica 21, financiado por el Ministerio de Ciencia a través de su iniciativa Ciencia Pública.